Más de 250 ballenas fueron sacrificadas en las Islas Feroe como parte de una tradición anual que se lleva a cabo desde hace diez siglos.
La caza de ballenas en las Islas Feroe se realizaba antiguamente como una manera de conseguir alimento y otros recursos básicos para los habitantes de las islas.
Esta tradición se repetía anualmente y se acababa con cerca de 1.000 ejemplares de ballenas y delfines.
Últimamente, ya no se cazan ballenas para conseguir alimento, en primer lugar porque no es necesario y, en segundo lugar, porque los altos niveles de mercurio en las aguas hace que sea desaconsejable el consumo de carne de ballena.
Sin embargo, esta tradición se sigue manteniendo, bajo la mirada crítica de gran parte del mundo.
Según la organización Sea Shepherd, 250 ballenas y 35 delfines habían sido matados este año después de que se descubriera una gran manada cerca de las costas de las islas.
252 ballenas piloto de aletas largas y 35 delfines de costados blancos del Atlántico fueron asesinados en Hvalba anoche después de que la enorme manada fuera encontrada en Sandvik
La carne obtenida de las ballenas se reparte entre los 70 participantes que actúan desde los barcos y los que permanecen en la playa. El resto se distribuye a las aldeas cercanas para aquellos ciudadanos que lo requieran.