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La estudiante universitaria brasileña Rafaella de Bona Gonçalves desarrolló tampones biodegradables fabricados principalmente a base de fibra de plátano, ideados en un principio para mujeres sin hogar, pero la ecológica idea bien podría generalizarse a todo el planeta.
El absorbente es sostenible y ayuda a quienes lo necesitan. Lo creó en 2019 mientras participaba en un curso enfocado en encontrar soluciones a los problemas sociales globales existentes.
Cuando comenzó a investigar el asunto, la estudiante llegó a la conclusión de que las mujeres sin hogar tenían que improvisar tampones la mayor parte de las veces.
Gonçalves también se dio cuenta de que las bragas absorbentes biodegradables o una copa colectora no eran las opciones más ideales.
Hay 13 millones de personas que se encuentran entre la línea del hambre y de la pobreza en Brasil. ¿Cómo podrían tener dinero para toallas sanitarias si ni siquiera pueden pagar la comida?
Terminan usando un trozo de tela, un trozo de cartón y bolsas de plástico. Muchas de ellos tampoco tienen ropa interior, por lo que no puede ser una toalla sanitaria.
El tampón que diseñó Gonçalves se adapta a las condiciones de una mujer sin hogar. Es higiénico, práctico, desechable y universal. También es bueno para el planeta porque es biodegradable.
El invento está hecho con fibra de plátano y viene en forma de rollo, como papel higiénico. Para formar un tampón, la mujer simplemente desenrolla un segmento, lo separa y lo enrolla. Puede personalizarlo en varios tamaños para adaptarse a sus necesidades de flujo menstrual.
La idea surgió de un video que vi en Internet. En él, una mujer en la calle mostró cómo hacer un tampón con uno externo. Sacó la parte de algodón de la compresa normal, la enrolló y la convirtió en un tampón.
Su invento ya le ha valido un premio importante: el premio alemán “iF Design Talent Award de 2019”. Su idea puede tener un impacto mundial en la solución de la pobreza.
