Lo bueno de las compras online es que no tienes que desplazarte hasta un comercio y pasarte horas buscando lo que quieres comprar. En lugar de eso, pasas un rato navegando virtualmente desde la pantalla de algún dispositivo conectado a Internet y esperas tranquilamente a que llegue a tu casa lo que hayas elegido.
Claro que no todo es ventaja aquí, por otro lado te puede pasar que hagas click en los botones de compra más de lo que deberías porque, ya sabes, es fácil hacerlo. Y otra cosa que puede ocurrirte es que al final encuentres que te ha llegado algo diferente a lo que esperabas. En ocasiones muy diferente:
¡Qué zapatos más bonitos!
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Espera …
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Me llegó este martillo de Thor, pero me lo quedé y disfruté del momento
No miré bien el tamaño de las lámparas
Pedí unas pestañas postizas por Internet, se ven tan naturales …
Me llegó esta piscina para perros
La taza que pedí y la que me llegó
El guante del infinito que me llegó
Mi madre encargó una rampa para los perros y le llegó esto …
Encargué por error una mesa con forma de iPhone en lugar de un iPhone de verdad
Mejor comprobar las dimensiones de lo que pides por Internet
Algo falló
¿Era para una cocina de juguete?
Mira qué muñeco más bonito me he compra …
Mi novia pidió una chaqueta y le enviaron esto:
Compré un “Apple Watch” en eBay por 40 euros, me pareció una buena oferta:
Decepción:
Pedí una válvula de 1,5 cm de tamaño y recibí este oso de peluche
Es mejor no comprar online
Pedí un vestido y me llegaron unas vendas
Pedí un unicornio:
Soy perfeccionista y esto es una pesadilla:
Pedí una lámpara de mesa, pero no leí bien la descripción
Qué gracioso:
