Faltan solo unas semanas para Navidad. Por lo tanto, en todas las ciudades han empezado a instalar la decoración para mostrar el espíritu navideño. Los niños esperan que lleguen estas fiestas para recoger sus regalos, participar en las cabalgatas y vivir la ilusión de esos días.
En el pueblo de Newburg en Escocia han llevado la cosa un poco más lejos, porque han permitido que sean los propios niños los que diseñen parte de la decoración que va a iluminar las calles.
Newburgh se convierte en una especie de galería gracias a las luces navideñas únicas inspiradas en el arte de los niños del colegio local.
La idea no es nueva, llevan poniéndola en práctica desde el año 2002. El concepto se ganó rápidamente el corazón de la gente, y se ha convertido en una tradición desde entonces. Lo curioso es que este año el asunto se ha vuelto viral y ha llamado la atención de gente de todo el mundo. Imagina que el próximo año hagan lo mismo en tu ciudad:
