Quien no tiene una piscina en casa es porque no quiere (o porque no tiene espacio ni jardín, claro). Este hombre es un claro ejemplo que demuestra que, con un poco de imaginación, puedes conseguir cualquier cosa. Según parece, este brasileño no tenía dinero suficiente como para meterse en la obra que supone la instalación de una piscina en su jardín, así que compró una de esas plegables de plástico y luego añadió unos tableros de madera. El resultado, ¡increíble! Facebook
Una sencilla y relativamente barata piscina que puedes comprar en cualquier centro comercial.
Una estructura de madera alrededor de la piscina
Una superficie de madera donde tomar el sol entre baño y baño
¡Incluso escaleras de acceso …!
El resultado final es impecable …