Un par de mujeres con tiempo libre y mucha imaginación se han dedicado a diseñar abrigos que ya los querrían en almacenes y tiendas de ropa de moda. Cuando un niño se pone el abrigo se convierte en un pequeño zorro, un conejo, un oso y otros animales.
Básicamente, para el niño el abrigo se convierte en algo tan divertido como ponerse un disfraz. De hecho, el diseño está pensado para que se utilice en fiestas y fechas donde se suele usar disfraz, pero al final seguro que los pequeños los quieren usar todo el invierno! Si te interesan están a la venta aquí.