El pequeño gato que ves abajo ha tenido una doble vida. En primer lugar, al poco de nacer fue abandonado por su madre natural, y fue adoptada por alguien que ya tenía tres perros. La sorpresa es que una de las perras, Lilo, asumió el papel de madre y comenzó a cuidarlo. Al poco, el pequeño gato comenzó a caminar y Lilo incluso llegó a amamantarlo.
Ahora, los tres perros y el gato forman parte de una misma familia animal, sin diferencias ni distinciones para el pequeño gato, que se comporta como uno más. No te pierdas toda la historia.