marcianos
Las calles de cualquier ciudad pueden estar repletas de gatos callejeros, la mayoría de ellos llevando una vida difícil de supervivencia. Este de aquí es un ejemplo de ello. Se llama ‘Algodón’ y, a pesar de vivir en la calle, tuvo la suerte de que alguien lo rescató y lo llevó a un refugio de animales.
Estaba tan mal que apenas si podía abrir los ojos, asustado porque no podía ver. Estaba solo y muy delgado porque no podía encontrar comida.
Después de limpiarlo un poco, se le dio buena alimentación y se le aplicó crema especial para su piel y su pelo, además de antibióticos. Poco a poco, su cuerpo pasó de estar tenso a relajado.
Los gatos como Algodón dependen de que encuentren alguien que les ayude, porque no pueden valerse por sí mismos, ni peder ayuda.
Después de unos días, Algodón comenzó a abrir los ojos, y aquí vino la sorpresa
Su transformación fue increíble, pero loe mejor vino cuando por fin pudo abrir los ojos. No solo fue capaz de ver otra vez, sino que mostró que eran especialmente bellos.
Con un ojo de cada color, la transformación de Algodón vino de ser desastrosa a ser un gato doméstico saludable. Sorprendió a todos al recuperar la visión y le gustó tanto a la veterinaria que lo curó que fue incapaz de dejar que lo adoptara alguien, así que se lo quedó para ella.
