Inventan refugios iglú para los “sin techo” que retienen el calor corporal y los mantienen cálidos durante el invierno

Cuando llega el invierno, podemos estar agradecidos de poder disfrutar del calor de un hogar, pero no todos tienen esa suerte. A medida que el invierno avanza y aumenta el frío en el exterior, mucha gente que vive en las calles se ven afectados. La falta de vivienda es un problema grave al que ningún político parece dar solución. Aun así, todavía hay muchos que intentan paliar el problema de una manera u otra.

Este ingeniero francés ha creado una nueva idea, una especie de iglú que puede instalarse fácilmente para dar cobijo a una persona. Está fabricado con espuma de polietileno recubierto a su vez por papel de aluminio. Esta capa doble crea un tipo de efecto invernadero que evita que las bajas temperaturas exteriores afecte al interior, consiguiendo mantenerse 15 grados por encima de la temperatura en la calle.

Estos iglús están tan bien aislados que absorben el calor corporal y la iluminación solar para que la temperatura se eleve de manera natural sin necesidad de aporte de energía eléctrica o similar. Además provee de un espacio de intimidad. Una vez utilizados, pueden retirarse fácilmente, se pueden reparar, son impermeables y luego pueden incluso reciclarse.

La falta de vivienda en grandes ciudades puede alcanzar cifras de miles de personas. Geoffroy de Reynal es el nombre del ingeniero que ha tenido esta idea. Trabajaba en una empresa relacionada con la energía eólica y un día se puso a pensar en cómo solucionar este problema aprovechando sus conocimientos técnicos.

Estos iglús no solo pueden servir para proteger del frío, también pueden aislar del exterior de manera que los sintecho se sientan más protegidos al pasar inadvertidos ante posibles ataques, además de poder tener un rato de intimidad lejos de miradas externas.

De momento se han repartido algunos de estos iglús en las calles de París, en Francia, y parece que el resultado ha sido positivo. Los que tuvieron acceso a uno de estos iglús no querían irse a otro lugar y los que no tenían acceso querían tener uno.

De momento, el diseño es relativamente pequeño, pero el diseñador planea hacer unos más grandes que incluso permitan la instalación de duchas.

De momento han conseguido recaudar más dinero del que esperaban a través de crowdfounding, más de 20.000 dólares USA hasta ahora, suficientes para empezar a fabricar miles de iglús.

Este hombre demuestra que, con algo de interés por solucionar problemas, se puede encontrar un camino para, al menos, reducir el sufrimiento a las personas que viven en la calle, especialmente durante épocas frías.

Los paquetes plegados ocupan tan poco espacio que pueden transportarse fácilmente muchos de ellos en una furgoneta.