Lo bueno de hacer las cosas a mano es que cruzas la línea de lo industrial y mecánico para adentrarte en lo artesanal e incluso artístico. El dueño de este coche tuvo la suerte doble de estar casado con una mujer bastante habilidosa con el pincel. Un día el coche quedó dañado superficialmente or un arañazo. Lo que empezó siendo un simple trabajo de maquillaje acabó convirtiendo al coche en uno de los más originales que hayas visto. Más aquí.