Esta alfombra cruza la línea de lo que uno consideraría como habitual en una casa, no solo es cómoda y confortable, sino que viene a recrear lo que sería un prado lleno de vegetación, hasta el punto de que puedas llegar a tener la sensación de que estás en el exterior disfrutando de un bonito día de picnic.
Está diseñado por una experta en alfombras, Alexandra Kehayoglou, quien realiza las creaciones a manos a lo largo de un proceso que dura dos meses. Las puedes encontrar aquí.