Esta mujer ponía laxante en la cerveza de su marido para que creyera que era alérgico a la bebida

Hay veces en que las parejas son capaces de todo por amor sin pensar en las consecuencias de sus actos y este caso es un claro ejemplo de ello.

Esta mujer mexicana llamada Michel decidió tomar medidas extremas para conseguir que su marido, José Brayan, pasara más tiempo con ella. Según parece, el hombre gustaba de salir a beber con demasiada frecuencia, así que decidió que era hora de poner solución al asunto.

La pareja vive en Culiacán, en México, y su historia se ha hecho muy conocida por lo imaginativo del asunto

La idea de la mujer fue muy sencilla, lo que hizo fue añadir laxante a la cerveza de su marido para que él acabara pensando que se había vuelto a la bebida y dejara así de emborracharse. Claro que no todo era tan sencillo como parecía.

Michel se decantó por un laxante natural, fabricándolo ella misma con aceite de ricino y ciruelas pasas. La idea es que, poco a poco, José Brayan acabara pensando que la bebida le estaba sentando mal.

El hombre siguió bebiendo cerveza como de costumbre, pero acabó sospechando que ocurría algo, porque su mujer ya no se quejaba de que bebiera. En lugar de eso, ella se ofrecía a destapar la botella y llevársela.

Sin embargo, el hombre acabó pensando buenamente que su mujer simplemente se había dado por vencida y había aceptado resignada sus borracheras.

Segun palabras del afectado, se le hacia extraño, que su esposa de un dia para otro, se ofrecia a destaparle las cervezas, sin embargo él se “dejaba querer”.

Al principio, José Brayan notó cómo comenzaba a sufrir una diarrea leve, no tan preocupante como para que dejara de beber cerveza. Su mujer, mientras tanto, le decía que eso que le pasaba era porque estaba desarrollando una alergia a la cerveza.

Como el truco parecía no funcionar del todo, la mujer decidió aumentar la dosis, y aquí surgió el verdadero problema.

El hombre comenzó a sufrir diarreas tan fuertes que una vez no tuvo más remedio que acudir al hospital, donde presentó un cuadro de deshidratación grave, poniendo en riesgo su vida.

Una vez que los médicos rescataron al hombre del peligro, el inocente hombre decidió dejar de beber cerveza, porque realmente pensaba que ese era el motivo de sus diarreas.

Sin embargo, la mujer, con sentimiento de culpabilidad, decidió sincerarse y contarle a su marido qué es lo que estaba ocurriendo realmente. Así que acabó detenida.

De momento, el hombre sigue bebiendo cerveza, ya sin su mujer, cuyo destino judicial es incierto, igual que no se conoce si, finalmente, acabará la cosa en divorcio o no. fuente