Tradicionalmente, se dice que “un hogar es aquél lugar donde te están esperando” pero, en este caso, esta familia quizás sea un reflejo más de la sociedad en la que estamos viviendo en la actualidad, porque han decidido más bien vivir por separado.
La idea que han tenido es la de comprar un terreno lo suficientemente grande para luego edificar, no ya una única casa, sino varias de ellas. En el terreno de los Brrinks puedes encontrar 6 casas, una para los padres y el resto para cada uno de sus hijos, dejando una de ellas para los huéspedes y zonas comunes.
Según parece, la idea fue de la madre. El padre quería una gran casa para todos, pero ella insistió en que los niños deberían de tener su propia vida independiente.
La propiedad de los Brinks tuvo un precio de 45.000 euros, más el precio de las casas. Una de ellas, la de los padres, es la más grande, incluye baño doble. En el exterior todavía encuentras algunas zonas comunes, como un jardín y una piscina.
¿Vivirías aquí?
La familia está compuesta por 4 miembros, dos hijos, cada uno con su casa, los padres con otra casa independiente y luego otras construcciones más para los huéspedes, otra con un baño doble y otra con una piscina.
Las casas están diseñadas y decoradas de forma tradicional, aunque la familia no parece serlo tanto
Una de las pegas es que las casas independientes no tienen baño, así que tienen que salir a la casa ‘del baño doble’ cada vez que quieren usar uno.
Los “niños” tienen total independencia:
Esta es la casa-oficina del padre, donde él puede trabajar desde casa gracias al tele-trabajo.
También disponen de una pequeña granja privada
De vez en cuando, la familia todavía se reúne en las zonas comunes del terreno: