Si el mundo del automóvil hubiera avanzado a la misma velocidad que el de la informática en las últimas décadas, es muy posible que los modelos que encontraras habitualmente fueran como este Audi A9 … solo un prototipo, pero fíjate en el diseño futurista y en las características extra que parecen salida de una película de ciencia-ficción.
El parabrisas no es de cristal, sino que se encuentra cerrado por una estructura opaca que forma parte del resto de la carrocería. Para ver lo que ocurre en el exterior encuentras cámaras externas y pantallas en el interior.
Lo más llamativo: el material tiene la capacidad de auto-repararse (lo siento por los talleres de reparación) y, además, puede cambiar su color a voluntad, así que según el día puedes tener un coche blanco, negro, rojo o de otro color solo pulsando un botón.
El diseño es de Daniel Garcia, quien dice haberse basado en la obra del arquitecto valenciano Calatrava, así que espero que el coche no se caiga a trozos al poco de comprarlo (haha, es broma, o quizás no). Más aquí.