En Tasmania fabrican asfalto para las calles utilizando plástico y basura reciclada

En un planeta cada vez más contaminado, resulta que en algunos países están encontrando soluciones de lo más imaginativas y efectivas a este problema. El gobierno de Tasmania ha conseguido encontrar la manera de reciclar basura como plásticos y similares para convertirlos en un tipo de material que puede utilizarse como alternativa para pavimentar las calles. Y queda así de bien:

Como puede verse, la diferencia visual es poca respecto a otros materiales tradicionales. La ciudad de Kingborough de Tasmania ha sido la primera elegida para cubrir medio kilómetro de distancia de carretera con este nuevo tipo de pavimento.

 

El material necesario para conseguirlo les ha salido gratis, porque era literalmente basura. Se utilizaron más de 80.000 botellas de cristal, 6.000 cartuchos de impresora, 175.000 bolsas de plástico y unas toneladas de asfalto reciclado.

Según uno de los impulsores del proyecto:

Si se alcula cuánto plástico de un solo uso hay en 500 metros de carretera, es aproximadamente el equivalente a dos años de plástico recolectado en Kingborough. Si esto tiene éxito, continuaremos usándolo para el resto de nuestras carreteras.

 

Esperemos que la idea se esparza, no solo a otras ciudades de Tasmania, sino a todo el mundo, porque sería una forma de reciclar todo ese plástico contaminante que acaba muchas veces ensuciando los océanos.

Irónicamente, todavía el proceso de fabricación de este tipo de pavimento es más caro que el pavimento clásico. Pero a la larga supone un ahorro porque, a la vez que estás fabricando el material, estás deshaciéndote de otros materiales contaminantes.

 

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