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Si el barco SS Ayrfield pudiera hablar nos contaría historias increíbles. El buque tiene más de 100 años y, después de ser abandonado, todavía tuvo una segunda vida, convirtiéndose en un bosque flotante que puedes visitar.
El buque se encuentra al sur Del Río Parramatta, en Sidney (Australia), donde pueden encontrarse los restos de varios barcos que acabaron abandonados a su suerte.
De entre todos esos barcos, el que destaca sin duda es el SS Ayrfield, envuelto en un bosque que ha crecido alrededor de él, demostrando una vez más que la vida se abre paso.
El barco se construyó en el año 1911 y comenzó a servir como uno de esos impresionantes mineros a vapor de la época, para servir poco después como buque de transporte para tropas estadounidenses destinadas al Pacífico durante la II Guerra Mundial.
Tras 60 años de servicio, el buque fue retirado a una zona que ha servido de desguace de barcos durante décadas. Aunque el resto de barcos abandonados han acabado hundiéndose, todavía quedan cuatro de ellos en la superficie del agua, destacando el bosque flotante en que se ha convertido el SS Ayrfield.
Con varias ramas de prósperos manglares que afloran desde los lados del naufragio, el buque parece un paraíso flotante. De hecho, cuando la naturaleza crea su propia maravilla, es sin duda la cosa más hermosa del mundo.
