Los padres tienen mucho amor y son capaces de cualquier cosa por su hija, aunque parezcan cosas imposibles o incluso alocadas como esta. Este padre estaba harto de llevar a su hija a la parada de autobús cada día para que fuera al colegio, y no por el hecho en sí mismo de tener que llevarla, sino porque en la parada apenas si encontrabas un poste señalizador y poco más.
Esto implicaba que, los días de lluvia, su hija tuviera que mojarse bajo la lluvia mientras esperaba a que el autobús llegara. Lo que hizo para solucionarlo fue construir una parada de autobús con sus propias manos y hay que decir que el resultado le quedó mejor que el que puedas encontrar en las paradas de autobús de tu ciudad.
El refugio construido con ladrillos y ventanas, un techo a dos aguas y un asiento da la sensación de ser una mini-casa y por seguro la van a aprovechar más ciudadanos que tengan que esperar al autobús en el mismo lugar. Un buen regalo para su hija!